Cómo convertirse en un educador global
Hoy en día oímos la palabra globalización y decimos frecuentemente que vivimos en un mundo globalizado. Cuando hablamos de globalización, nos referimos a un proceso económico, tecnológico, político, social y cultural a nivel mundial, el cual consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo. Por otra parte, la educación es un tema al cual se le da extrema importancia en los planes de gobierno, o se le debería dar, ya que todos los países aspiran a lograr la excelencia educativa porque saben que invertir en educación es invertir en economía.
Sin embargo, dentro del sistema educativo hay un componente fundamental en el que a veces muchas autoridades o gobernantes no centran su atención, cuando quizás, a mi modo de ver es el más importante, el educador.
Hoy nos detendremos en el rol del docente. La tarea de este es importantísima, ya que ellos tienen el futuro de los estudiantes en sus manos. Es decir, el rol de un educador debería ser el de moderador o guía y tendría que ser el disparador para que los estudiantes se conviertan en hacedores de su propio conocimiento, en seres críticos y reflexivos, innovadores, diseñadores, creativos, ciudadanos globales conscientes, colaboradores y con una inteligencia emocional desarrollada, que les permita enfrentarse a diversos problemas y situaciones y estar preparados para resolverlos con inteligencia, respeto y objetividad, logrando ser exitosos en cualquier parte del planeta. Es así, que para ello los docentes deben predicar con el ejemplo y convertirse en docentes globales.
Pasaré a contarles mi humilde historia, que quizás sea como la de muchos de ustedes, pero con que le sirva a uno de los lectores, ya me sentiré satisfecha y tengan la plena seguridad, que así como me pude convertir en una educadora global, ustedes podrán hacerlo. Teniendo 38 años y meses de experiencia y habiendo nacido en la época donde aún no existía internet, celulares, pude adaptarme y comenzar un camino nuevo en el campo tecnológico sin darme cuenta.
Recién en el año 1988 tuvimos Internet, así como en el año 1991 apareció en el mercado el primer celular. Este era del tamaño de una zapatilla y muchos se resistían a comprarlo. Sin embargo, poco a poco, todos fuimos adquiriendo ese aparatito que hoy en día, es nuestro acompañante diario y para la mayoría es una herramienta de trabajo.
Cuando obtuve mi título de educadora nunca había recibido preparación en computación y no tenía la menor idea del mundo al que me enfrentaría. Es así, que pasaron años y la tecnología fue avanzando a pasos agigantados. Mi pasión por todo lo electrónico hizo que descubriera un mundo fascinante en el cual podía aprender muchísimas cosas, lograr conexión con expertos del resto del mundo e ir retroalimentándome con sus conocimientos, avances y tejiendo redes que me llevarían en cuestión de segundos, a obtener respuestas y a investigar constantemente.
La promesa de excelencia en educación no es un tema con el cual un gobernante podría ganar una elección, ya que es sabido que los cambios educativos llevan años. Me animo a decir que para ver un cambio notorio necesitaríamos al menos 10 años. Sin embargo, en un quinquenio se puede comenzar.
Si yo fuera gobernante focalizaría mi plan de gobierno en los docentes. Es cierto, sé que se necesitan recursos, pero mi foco principal serían ellos. Obvio que eso va ligado a la misión, visión y sobre todo al perfil del alumno que queramos lograr. Todo esto estaría conectado con los llamados programas de crianza para la primera infancia y competencias que deseemos desarrollar a través de los programas curriculares. Pero, mi opinión es que el contenido es un medio para desarrollar habilidades.
En general, las autoridades de gobierno de diversas partes del mundo, están alineadas en sus discursos. Sin embargo, muchos docentes, sobre todo los pertenecientes a contextos sociales críticos, con muchas necesidades, o aquellos que no quieren perfeccionarse y hacer el esfuerzo si no es a cambio de un beneficio, se anquilosan y se van quedando atrás, ya que los discursos utilizan un vocabulario innecesario y sofisticado que parece quisiera impresionar en lugar de que el mismo sea simple y accesible a todos los educadores para promover la equidad educativa. Algunos docentes recién recibidos y otros que llevan años, deben interpretar lo que se quiso decir teóricamente y no saben cómo llevarlo a la práctica.
Por tal motivo, considero que las autoridades educativas asignadas a nivel gubernamental y aquellas que ocupen cargos de liderazgo, ya sean directores de planificación e integración educativa y otras de los los distintos sectores de la misma, deben hablar en un lenguaje sencillo, y demostrar en la práctica de qué manera aplicarlo a los docentes. Coincido en que la teoría es necesaria para fundamentar lo que deseamos explicar, pero debe haber una conexión con la práctica y debe experimentarse respetando los distintos estilos de aprendizaje. Así como los niños tienen diferentes estilos de aprendizaje, también los tenemos los adultos.
Humildemente, aconsejo que todos los educadores se conviertan en globales. Un educador global está conectado con la realidad de su país y del mundo. Puede hacer que sus estudiantes puedan viajar desde su lugar en forma virtual, tener conciencia global, establecer o formar equipos de trabajos con estudiantes internacionales, acceder a expertos del área que les interesa, visitar museos, hacer paseos virtuales, realizar proyectos globales con docentes de otros continentes y relacionar la realidad donde viven con las de otros ciudadanos del mundo. Un docente global se convierte en un pasaporte a todo lo que pasa en el Planeta. Al involucrar a los alumnos en ese mundo global, realizarán conexiones, interrelaciones, abrirán sus mentes al mundo donde se fomentará su creatividad y sus talentos participando en proyectos de su interés, ligados a su comunidad y al mundo en general.
Mi red de desarrollo profesional me abrió las puertas al mundo, fue twitter y más tarde, Linkedin. Hoy en día manejo todas las redes y a través de ellas aprendo y he desarrollado una red de aprendizaje muy importante, que me permite estar actualizada día a día. Sé que aprenderé de otras experiencias ya que me involucro constantemente en propuestas globales y sé que aprenderé hasta los últimos días de mi vida. La idea es transmitirle eso a los estudiantes y hacerlos partícipes de ese hermoso viaje que podrán transitar en sus vidas.
Esa pasión de los docentes globales hace que los alumnos desarrollen habilidades y estrategias que los harán exitosos en el futuro. Se convertirán en seres autónomos y algunos en investigadores que se destacarán en el rol o trabajo que elijan. Debemos fomentar una cultura colaborativa donde se respeten los talentos y se desarrolle la creatividad.
La generación Alpha (aquellos nacidos entre el 2010 y 2025) representan a los niños de la primera generación digital. Cada semana nacen más de 2,5 millones de Alpha en todo el mundo. Ellos están constantemente conectados a celulares y a internet. La tecnología es una extensión de su manera de conocer el mundo.
Según Roberto Balaguer en el artículo de Alba Solé Borrull “Los Alfa están criados en familias en las que los roles parentales tradicionales están más desdibujados que décadas atrás, en las que las tareas se comparten como nunca antes y en las que el balance trabajo-vida se cuida como en ninguna generación anterior”. La Generación Alpha, término acuñado por el investigador Mark McCrindle jugará, aprenderá e interactúa de forma totalmente nueva. Estos niños han nacido en un momento donde los dispositivos electrónicos son cada vez más inteligentes, todo está conectado, y donde lo físico y lo digital se unen en un solo mundo. Conforme crezcan, las tecnologías que parecían nuevas o extrañas, para ellos formarán parte de sus vidas, de sus experiencias, actitudes y expectativas hacia el mundo que los rodea.
Algunos neurocientíficos y psicólogos creen que sus mentes también serán diferentes a las de generaciones anteriores. Las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), según diversos estudios, pueden mejorar las habilidades de nuestros hijos. La Generación Alpha se va a enfrentar a un mundo totalmente diferente al nuestro, en el que la inteligencia artificial será una realidad.
El empleo en el futuro sufrirá una gran implantación de la automatización. Esto significa que los miembros de la Alpha necesitarán desarrollar habilidades técnicas altamente especializadas para poder encontrar un trabajo. Nuestros hijos deberán aprovechar todos sus beneficios para poder desarrollarse tanto personal como profesionalmente. La tecnología dejará de parecer algo externo a nuestras vidas, es decir, a nuestros cuerpos, y pasará a formar parte de manera integral en el individuo.
No debemos asustarnos porque la tecnología “bien utilizada” ofrece muchísimos beneficios a la ciencia, Investigación e innovación. Es por eso, que debemos educar holísticamente y promover la inteligencia emocional. Dicho esto, tema fascinante sobre el cual podríamos hablar horas les contaré cómo me convertí en educadora global.
En mi caso particular fui una de las primeras en abrir Twitter. Comencé a buscar cuentas relacionadas con la Educación, organismos internacionales que se ocupaban de ella, revistas, referentes que tenía y educadores que elegía por su perfil (características que aparecen en el encabezamiento de la cuenta sobre la persona). Esas se convirtieron en las cuentas que seguiría.
Dedicaba quince minutos diarios a mi twitter, así como cuando uno lee los titulares del diario y aquello que me interesaba lo retuiteaba (apretaba RT para que se expandiera lo que había leído) o le ponía un “me gusta” (corazón). Luego, al escribir o compartir un twitter o varios en la semana y recibir me gusta o rt. de otras personas, me fijaba en aquellos que me habían comenzado a seguir, veía a sus seguidores y los invitaba a seguirme. De ese modo, fui ampliando mi red y convertí la herramienta en una red de aprendizaje o de desarrollo profesional muy importante.
Si tienes la ventaja de saber inglés u otro idioma es mejor porque puedes acceder a revistas, blogs o webs que semanalmente comparten artículos interesantísimos, así como al ofrecimiento de MOOCs (cursos masivos online gratuitos) Si tienes un referente educativo -mejor- porque ves los contactos que tiene y tú puedes invitar a sus contactos. Gracias a las redes que sigo, fui seleccionada y becada por Smart Technologies para asistir a Canadá (Calgary) y convertirme en una educadora ejemplar Smart. Luego fui seleccionada por Microsoft y me convertí en una Educadora Experta Microsoft. Ellos me enviaron a Budapest con todos los gastos pagos, donde gané un segundo premio sobre el tema “Clase al Revés” utilizando la tecnología junto con un colega inglés y otro japonés.
También comencé a formar parte de comunidades educativas internacionales de Educación y Tecnología moderándolas semanalmente y hace pocos años me convertí en Embajadora de Metas Globales. Todo esto lo hago en forma honoraria, pero quien elige esta profesión es porque ama lo que hace.
Una vez que uno entra en este mundo global, no desea salir más. Uno se entera en un segundo sobre lo último que está pasando y las innovaciones que existen en el otro lado del mundo, quizás muy distante de nuestro país. Los educadores globales se convierten en investigadores, creativos, innovadores, colaboradores y llevan consigo a sus alumnos, a este mundo global dando el ejemplo e involucrándolos.
Todos los Embajadores Globales nos conocemos, nos ayudamos entre todos, y realizamos proyectos en forma conjunta como el que estamos haciendo actualmente que es el “Proyecto de Cambio Climático”. Obvio que el apoyo de los gobiernos ayuda, pero no debemos esperar por ellos. No es necesario tener dinero para realizar desarrollo profesional. Simplemente hay que prepararse, aplicar y competir con otros colegas cuando ofrecen oportunidades de congresos, o formar parte de comunidades educativas donde todos comparten lo que aprendieron.
Es maravilloso asistir a un congreso y encontrarnos todos los educadores globales que nos conocemos por la foto de twitter o por estar formando parte de una comunidad y leer nuestras opiniones e intercambiar preguntas, respuestas y escuchar ponencias. Todos hablamos el mismo lenguaje.
Es común en educación oír discursos muy bonitos de parte de las autoridades educativas, pero el problema es que los docentes no saben cómo llevar esas palabras a la práctica. Sucede lo mismo con los programas curriculares o reformas educativas. Parecería que están escritos para impactar, en un lenguaje literario inentendible para muchos. Eso sucede porque no existe la llamada equidad educativa a la que todos aspiramos. Pienso que para lograrla debemos empezar por los docentes que son los responsables de la educación holística que deseamos impartan a los chicos.
En la medida que los gobiernos se preocupen en preparar docentes, podremos tener una educación más destacada. No se trata de realizar grandes inversiones sino reformar y valorizar la carrera docente a través de la meritocracia y competitividad ofreciendo oportunidades de desarrollo profesional.
No subestimemos a los niños, ellos son muy inteligentes y nacen en un mundo diferente al nuestro, donde reciben un bombardeo de información y tendrán seis trabajos a la vez que los manejarán desde sus casas o el mismo lugar donde se encuentren. No tengamos miedo de la tecnología. La misma no sustituirá al ser humano, pero sí nos ayudará a ofrecer una mejor calidad educativa. Los docentes globales saben que podrían existir o adoptarse a modelos universales de educación que se adaptarán a cualquier país respetando las características del mismo y el entorno físico, social, cultural y económico del mismo.
Los invito a convertirse en DOCENTES GLOBALES para brindar lo mejor a nuestros estudiantes y así lograr la equidad y excelencia educativa que todos añoramos.