El viaje del aprendizaje a través de un museo escolar
Arriba: Un grupo de estudiantes visitando la exposición sobre el Hogar.
Me gusta pensar en el MusēOn como un lugar para preguntas. Buena pregunta. abiertos y conceptuales. Preguntas que pretenden hacernos detenernos, pensar y, sobre todo, debatir. Ese tipo de preguntas que sacuden nuestro cerebro y normalizan las ideas preconcebidas del mundo que nos rodea. Una buena pregunta no sólo nos hará hacer una pausa y reflexionar, sino que también es un punto de partida sólido para un gran viaje de aprendizaje.
Estas consultas son sólo el comienzo de un juego cognitivo que se juega con el público visitante. Uno en el que el museo pregunta, sí, pero donde los verdaderos tesoros residen en las respuestas que obtenemos de los visitantes, especialmente de los estudiantes. En estas respuestas se puede ver cuánto ha captado el visitante de las preguntas presentadas durante una exposición. Y en muchos casos, algunas de estas respuestas (¡y en ocasiones, también algunas preguntas!) dadas por los estudiantes, son de una profundidad y perspicacia sorprendentes. Este juego entre el MusēOn y el público es uno de los cimientos de nuestro museo y ha proporcionado a nuestra escuela un laboratorio educativo único, que ha estado en funcionamiento desde 2006.
El MusēOn participa en el aprendizaje transdisciplinario y trabaja con una estrategia básica como medio para fomentar la curiosidad y el pensamiento crítico dentro de la comunidad escolar: ¿qué vale la pena aprender y cómo? Este objetivo nunca pretende socavar la importancia de otras disciplinas, sino más bien construir sobre bases sólidas establecidas por ellas. Además, esta pregunta específica también funciona como hoja de ruta; un diseño fundamental para la función del museo.
La parte del “qué” de las exhibiciones se centra en temas o conceptos centrales. Estos temas se eligen cuidadosamente por su relevancia para asuntos actuales importantes o se centran en posibles futuros. Y esta idea de futuros posibles es particularmente significativa ya que nosotros, como educadores escolares, trabajamos constantemente con las próximas generaciones. Por lo tanto, parece una buena estrategia idear formas de ayudar al estudiante a comprender y descifrar el mundo que lo rodea, y hacerlos conscientes de cómo podrían resultar algunas cosas. Los temas también se adaptan para adaptarse a los distintos planes de estudio escolares, lo que hace que el museo conecte diferentes grados, disciplinas y clases dentro de una rica red. La ética, la verdad, el hogar, la delgada frontera entre el arte y la ciencia, la belleza, la vida, el inmaterialismo, el futuro del cuerpo humano y la privacidad, fueron sólo algunos de los temas abiertos y conceptuales discutidos en el MusēOn.
El “cómo”, aspecto de la función MusēOn, es la parte sensorial de su funcionamiento que surge de la pregunta base que se formula durante un espectáculo. Las exhibiciones se presentan a través de instrucción temática, en forma de impactantes instalaciones educativas. De esta manera, el área del aula/museo (sí, el MusēOn también es un aula) se transforma en un entorno de aprendizaje inmersivo diferente durante cada nueva exhibición. Este museo es un lienzo en blanco constante con el que podemos crear estrategias y acciones de aprendizaje novedosas.
Estas exhibiciones cruzan muchos dominios de aprendizaje para crear estas ricas narrativas de aprendizaje que el visitante puede experimentar. Podríamos discutir, por ejemplo, cómo una tendencia reciente que está permitiendo a las mujeres musulmanas en París hablar sobre su identidad puede conectarse con la migración humana. O cómo un viaje lleva al visitante a ver la importancia de los hogares, como santuario y como espacio profundamente emocional y personal. O incluso cómo la comprensión de la belleza, como la de las flores, las pompas de jabón y los copos de nieve, puede hacernos comprender conceptos clave de matemáticas y física.
Al difuminar los límites entre las diferentes disciplinas, promovemos el pensamiento divergente y allanamos el camino para que los estudiantes absorban todos los atributos del perfil de aprendizaje del IB. Y es con la estructura del IB que MusēOn se alimenta de un marco poderoso para crear estrategias de participación aún más profundas con los estudiantes (y sus visitas), los docentes (como herramienta de enseñanza para sus unidades) y la comunidad escolar en general.
Este artículo está disponible y se puede acceder a él en inglés aquí.