Evolución de los líderes: despertando el neuroliderazgo
Antes de entrar en este fascinante tema, me gustaría remarcar que este artículo no solo está escrito
para las personas que actualmente ejercen el liderazgo o aquellos que son “jefes” (entendido como
aquella persona que tiene una posición de autoridad pero que no es considerada un líder). Todas las
personas que formamos parte de un equipo de trabajo necesitamos desarrollar varias habilidades
blandas para lograr eficiencia en nuestra labor y, además, para estar preparados para una futura
posición de líder de equipo.
La evolución es parte esencial de todo tipo de vida en el mundo, desde los reptiles y aves hasta los seres
humanos. Han pasado miles de años para llegar a lo que somos hoy en día y, para ello, se requirió de
adaptabilidad, innovación, creatividad, empatía, entre otras virtudes y habilidades.
Pero el concepto de evolución no solo es aplicable a “las especies” como lo popularizó Charles Darwin.
Evolución hay en todos los aspectos de nuestra vida, tanto en la personal como en la profesional.
El liderazgo está evolucionando y debemos aprender y adaptarnos a una nueva metodología, el
neuroliderazgo, que es la aplicación de los principios de la neurociencia para mejorar las habilidades de
liderazgo.
Para ello es fundamental aprender cómo funciona el cerebro humano y que estrategias podemos
implementar para mejorar el liderazgo de equipos de trabajo y desarrollar diversas habilidades.
El neuroliderazgo nos ayuda a los líderes a optimizar nuestro estilo de liderazgo y, así, poder motivar,
inspirar y dirigir a nuestros equipos de una manera mucho más eficiente. No debemos olvidar que no
solo lideramos un equipo de trabajo, sino que, también, estamos construyendo futuros líderes.
Otro beneficio que nos da esta “nueva” habilidad es el desarrollo de la inteligencia emocional. Gestionar
de manera efectiva las emociones nos proporciona muchos beneficios como ser, la liberación de
emociones negativas, la reducción del estrés, la mejora en las relaciones interpersonales, mayor
motivación y resiliencia. A medida que vayamos desbloqueando estos logros, iremos notando como
logramos mayor eficiencia y eficacia dentro del equipo de trabajo y como obtenemos mejoras rotundas
en nuestro desempeño profesional.
Conocer cómo el cerebro procesa toda la información y cómo evitar sesgos cognitivos, nos ayuda a
tomar decisiones eficientes. Las buenas decisiones minimizan los riesgos y generan mayor confianza en
nosotros mismos y en nuestro círculo íntimo.
Estudiar cómo es el proceso de generación de ideas y soluciones en el cerebro, nos apoya en el
desarrollo de las habilidades de innovación y creatividad en una sociedad inmersa en la presión y en la
resolución inmediata de conflictos.
Esta disciplina también nos favorecer en la habilidad de comprender y reconocer las diferencias entre las
personas con las cuales nos relacionamos. En un mundo globalizado y lleno de corporaciones, es normal
relacionarnos todos los días con gente de otros países, otras culturas y de diferentes estratos
económicos. Nos ayuda a desarrollar la adaptabilidad y la inclusión, logrando mejores resultados no solo
profesionales sino también personales.
Por último y para mí el más importante, nos posibilita crear un entorno de trabajo donde los empleados
se sientan más conectados, valorados y comprometidos, lo que a su vez aumenta la productividad y
reduce la huida de talento. Hay que recordar todos los días, que no existe un recurso humano que no
quiera sentirse importante y valorado en las tareas que realiza y en el ambiente en el cual se
desenvuelve. El día que un miembro del equipo sienta que no es importante o valorado, ese día toma la
decisión de cambiar de empleo.
A modo de conclusión, podemos decir que el neuroliderazgo es una habilidad que nos permite a los
líderes entender y comprender a los miembros del equipo, optimizar el proceso de toma de decisiones y
adaptarnos más rápido a los cambios en las organizaciones y en los negocios.
Es importante no quedarse atrás en la evolución de nuestras profesiones y es clave estar al día de las
metodologías, estrategias y herramientas que vayan saliendo cada día.