Paradigma de la conectividad en tiempos de pandemia
Todos en cualquier lugar del planeta estamos frente a un evento que ante los aspectos sociales de nuestra existencia -como la conocíamos- se detuvo en un instante y sorpresivamente fue reemplazada por -un antinatural pero necesario- aislamiento que obliga a replantear el modo de vivir. Pensar en lo cotidiano quedó solo como una sensación de nostalgia. Frente al obligado cambio no queda otra salida, la adaptación es absolutamente necesaria y para ello debemos romper el paradigma de la escuela convencional. Es cuando comienza la maratón de los docentes a adherirse a la virtualidad. Toda la guía de estudio del año escolar se replantea, ahora todos frente a una pantalla consumiendo las horas en enseñanza.
Es cuando comienza la gran disyuntiva entre el docente y el estudiante. Ahora bien, ir al ritmo y funcionamiento cerebral de un niño o adolescente no es una tarea fácil; y mucho más cuando hoy nos ampara una distancia inexplicable. Porqué enseñar desde la distancia es nuestro reto como profesionales; pero es mucho más importante que nuestros estudiantes realmente aprendan ¡Que valga la pena!
La conectividad y la educación puede transformar -pedagógicamente- para incentivar los valores a partir de las redes. Mi invitación es ver el uso positivo de la conectividad como herramienta de comunicación pedagógica, es decir, ver esto como una oportunidad de orientación al estudiante por medio de una escuela atractiva, moderna y fuera del aula convencional.
George Siemens (2004), nos confirma que el efecto que la tecnología ha tenido en la forma como se vive, cómo nos comunicamos y cómo aprendemos los seres humanos en la actualidad. Para Siemens, la tecnología y el aprendizaje forman parte de un proceso que ocurre al interior de ambientes imprecisos; el punto de partida del individuo que obtiene toda información de una red que está continuamente actualizándose, lo que deja obsoleta la anterior. El conocimiento crece exponencialmente y el aprendizaje sucede ahora mismo en una variedad de manifestaciones a través de comunidades de práctica y la conectividad, es decir, comunicación correcta del saber hacer, saber cómo, saber qué y saber dónde.
Con esto me refiero a que las aulas convencionales se trasladaron a los hogares -no sabemos por cuánto tiempo y tampoco tenemos un manual para vivir esta eventualidad- y es allí donde debemos invitar a nuestros estudiantes para que encuentren los recursos de práctica y experimentación que la virtualidad no puede brindar. Porque recuerden que la conectividad es meramente tecnológica, por ende la comunicación que logramos por medio de ella, es humana y social. Nunca deja de serlo a pesar del aislamiento social del que nos vemos forzados en el día de hoy.
Más que matemáticas, Lenguas, Biología nuestros niños están aprendiendo a vivir -y hoy a vivir una pandemia que asusta- entonces te pregunto, antes de enviar una guia de trabajo ¿conoces la constitución de hogar de cada uno de tus estudiantes? ¿sabes cuántos hermanos son? ¿cómo es su rutina diaria en esos hogares? ¿Tienen un buen red internet en casa? ¿Tienen elementos tecnológicos en sus hogares? Todo tiene algo que ver cuando sabemos que trabajamos con individuos. Por ende, cada individuo es un mundo que debemos comprender.
El aula virtual es la (herramienta) oportunidad para fomentar una renovación pedagógica hacia la educación HORIZONTAL. Además, conseguir que la educación siga adelante a pesar de una pandemia mundial es tarea de todos. En esto la tecnología está jugando un papel imprescindible, no como fin, sino como medio habilitador de la transformación educativa, de la misma manera que está contribuyendo a la transformación acelerada del mundo en que vivimos.
Más que tecnología y metodología, debemos ser facilitadores de conocimiento. Invito al educador a explorar, conocer y aplicar el modelo adecuado. Un modelo poderoso para comprender la buena integración tecnológica; no se trata de utilizar la herramienta más sofisticada, sino de conocer la gran cantidad de opciones y elegir la estrategia o las estrategias adecuadas para la lección en cuestión (Contexto). El mayor obstáculo para enseñar en línea probablemente no sea la tecnología. Los maestros buscan tecnología educativa, de hecho, porque “puede tener considerables impactos positivos en el rendimiento de los estudiantes”.
Ahora bien, el gran problema es ¿cómo integrarlo? más allá de la gran cantidad de herramientas tecnológicas disponibles, creería que el avance profesional de los docentes y la capacitación ausente como el principal obstáculo para utilizar la tecnología de manera productiva en las aulas.
Es comprensible que la aparición del coronavirus haya acelerado drásticamente el proceso de integración de las TICs, ya que los educadores de cualquier país se apresuran a conectarse lo más rápido posible. Pero -como muchos de nuestros maestros han notado- el estado actual del aprendizaje en línea para los más pequeños se parece más a la clasificación -una forma de gestión de crisis- más no a la educación a distancia administrada con habilidad. Se modificó un plan de estudio presencial a un proceso de enseñanza a distancia. Nunca podrá ser lo mismo; sobretodo para los más pequeños.
Lo que falta en este análisis -en este momento- lo cual tiene sentido dada la inmediatez de la necesidad, es enfocarse en la gran pregunta de cómo se ve realmente la integración tecnológica de la más alta calidad en las escuelas y desde los hogares. Es una conversación importante, porque en un mundo posterior al coronavirus es factible que haya un mayor énfasis en el aprendizaje digital, incluso cuando volvamos a las escuelas físicas – convencional y aprovechemos las oportunidades cara a cara. ¡Por fin!
Mi reflexión es invitarlos a una conversación importante -que nos debemos todos- consiste en replantearnos cómo vamos a volver a la “nueva normalidad” ya que no nos podemos permitir pretender de que no paso nada, un par de días de reencuentros, narrar la experiencia y seguir con el mismo contenido de siempre. Pensemos en lo que nos faltó al iniciar de ese aislamiento, lo que más nos costó, en lo que veníamos fallando para poder reestructurar nuestro sistema educativo.
Siemens, G. (2004). Conectivismo: Una teoría de aprendizaje para la era digital. Recuperado de https://pdfs.semanticscholar.org/05f1/adee187323d66beab226058b23a7416c3517.pdf.