Retos docentes durante la pandemia
Un día normal, nos levantamos con la noticia de que hay una enfermedad que está matando a muchas personas en el mundo. Y así como si nada, nuestra vida, nuestro mundo, nuestra rutina tal como la veníamos desarrollando cambió, y de la misma manera todos los ambientes en los que nos veníamos desempeñando.
Ya no podemos salir a nuestras anchas sin usar un tapabocas y mucho menos osar saludarnos de beso o abrazo por que el COVID-19 es un hecho, nos mata, no tiene reserva de edades, razas, clase social y mucho menos si ya tienes enfermedades pre-existentes como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, etc. Los gobiernos empezaron a decretar cuarentena, cierres masivos de empresas, microempresas, transporte público, restaurantes, discotecas, cualquier lugar en el que se pudieran reunir más de cincuenta personas es considerado un riesgo para la vida. Es así como la escuela pública o privada también debió cerrar sus puertas físicas y abrir las de la educación remota. Tanto el trabajo como la escuela comenzaron a ser remotos, así los padres y los hijos están ahora en casa unos trabajando otros estudiando.
Es ahí cuando comienzan los retos para todos y para los maestros. El primer cambio fue del aula física a la virtual o remota. El pensamiento y reflexión acerca del medio remoto más sencillo para que tanto estudiantes, padres y maestros puedan seguir enseñando y aprendiendo de la mejor manera.
El despertar ante un nuevo reto, que a muchos agobia ya que el uso de las tecnologías no es su fuerte, que a otros emociona pero que llena de frustraciones al ver que el aparato educativo nacional no se articula fácilmente ni de la misma manera para todos los educandos.
El primer reto es definir qué estudiantes tienen acceso a internet, a un computador o celular, es decir, ¿Tienen nuestros estudiantes acceso a aparatos electrónicos y conectividad para poder desempeñarse en una educación de tipo remoto? Y es aquí cuando nos damos cuenta de que no es el cien por ciento, de que muchos ni siquiera manejan un celular inteligente y los que lo tienen no tienen acceso a internet en su hogar. En el peor de los casos por las medidas de la pandemia, sus padres no tienen trabajo y por lo tanto no hay recursos para pagar un plan de internet. Es aquí cuando docentes y directivos docentes acudimos a plantear las siguientes soluciones.
- Guías físicas para ser recogidas en el colegio y entregadas en una fecha determinada. O llevadas por los docentes a las casas de los estudiantes en las zonas de difícil acceso.
- Clases remotas por medio de plataformas como Zoom, Teams, Meet, Webex, etc.
- El uso de aplicaciones como WhatsApp.
- Mensajes de texto.
El segundo reto que se presenta es la planeación del material para ser utilizado en un medio remoto, las guías, las temáticas, los ejercicios que se deben adaptar a un nuevo ambiente virtualizado, y que permita el desarrollo del conocimiento de una manera fácil, eficaz y que quede prueba de que se enseñó y de que en verdad los estudiantes se están apropiando de los conocimientos necesarios para el desarrollo de su vida. Para esto es necesario una capacitación a los docentes, los estudiantes y familias en el uso de plataformas como LIVEWORKSHEETS, GOOGLE CLASSROOM etc., o las plataformas de cada institución si el caso aplica, en las cuales se pueden realizar talleres, exámenes, guías de estudio y a la cual tienen acceso gratuito los miembros de la comunidad educativa.
El tercer reto es el manejo de las plataformas de encuentros virtuales y su complejidad en cuanto al manejo de seguridad de las mismas. Muchos docentes hemos visto cómo se plantean retos en aplicaciones como TIK TOK, en los cuales una persona ajena a las clases, entra a las mismas y las sabotea, para nuestros estudiantes esto es un reto más de su mundo, en el cual las tecnologías son utilizadas para este tipo de actividades que constituyen un delito informático tipificado en la ley. Somos nosotros los llamados a poner el orden en este tipo de nuevas herramientas, en donde debemos saber cómo tomar este tipo de situaciones, teniendo en cuenta la ley, el manual de convivencia de nuestras instituciones y los derechos que protegen a nuestros estudiantes siendo menores de edad en su totalidad o en un alto porcentaje.
El cuarto reto es el de la inclusión de la familia a los ambientes remotos. En muchos casos los espacios familiares se han convertido en espacios de educación y trabajo virtual, los padres además de ser padres deben ser trabajadores y docentes. La cuestión se complica si tienen más de un hijo, para organizar los tiempos de estudio, de realización de tareas y para compartir el computador si se cuenta solo con un aparato en casa, actualizar el celular, y aprender de las diferentes exigencias en materia de programas, páginas y tareas virtuales que asignan las escuelas en tiempos de pandemia. Los docentes hemos aprendido a dosificar el trabajo o a implementar estrategias para que ese trabajo se elabore en el momento de la clase, de la misma manera a priorizar la cantidad de temáticas que se tenían planeadas.
El quinto reto tiene que ver con nuestro horario laboral, el cual se extiende dependiendo de cómo marche el día en cuanto a mensajes, citaciones, chats, capacitaciones, etc. Además, cómo vamos depurando esos mensajes y comunicándonos de tal manera que los padres, estudiantes y directivos vayan también adaptándose a los nuevos horarios y exigencias que requiere la educación durante la pandemia. Debemos entonces como docentes en muchos casos ser quienes ponemos el alto y definir nuestro horario de recepción de correos, en las clases organizar todo de tal manera que los estudiantes y familias lo encuentren en la plataforma institucional y de forma autónoma puedan encontrar respuestas a sus preguntas. Lo que puede ser más complicado para algunos docentes es ser flexible, dar más tiempo y oportunidades para la realización de actividades y cambiar el chip al que estamos acostumbrados, promover más la creatividad y menos el aprendizaje memorístico.
El último reto es el Regreso a Clases, que para muchos miembros de la comunidad es una locura, si bien los estudiantes necesitan retomar su normalidad académica presencial, también es cierto que tenemos un virus mortal, que se extiende solo con el contacto, así que es un peligro retornar a espacios que si bien en algunas instituciones privadas pueden estar bien dotados y permiten este retorno, en las instituciones públicas es a otro precio, las realidades son distintas y la exposición solo por el número de estudiantes que circulan en una institución pública ya hace que el contagio se inminente. El transporte, la distribución de la jornada, el manejo del personal, la disposición de las aulas, el manejo por parte del personal docente, directivo docente y entre los mismos estudiantes se hace bastante difícil, teniendo en cuenta más en edades tempranas y en la adolescencia.
Es así como los retos docentes en la pandemia son muchos y diversos, hemos enfrentado hasta ahora en nuestros países muchísimos retos, esto es solo una breve y superficial mirada de algunos de los retos que como docente he enfrentado. Y usted ¿Qué retos como docente en medio de la pandemia ha enfrentado?
Servín A, Ortega P. (2020) Los retos que enfrenta la educación ante la pandemia. Recuperado de https://www.eleconomista.com.mx/gestion/Los-retos-que-enfrenta-la-educacion-ante-la-pandemia-20200630-0039.html